Como venimos diciendo desde hace ya muchos meses, las redes sociales son la puerta de muchos países hacia la libertad. Pero Internet también es la puerta trasera de los sistemas dictatoriales. Quisiera creer que se trata de fenómenos aislados; sin embargo, en absoluto sucede así. Según hemos podido leer en la versión online del periódico The Guardian, una empresa del Reino Unido acordó la venta de software espía a las fuerzas de seguridad egipcias. Unos activistas irrumpieron en el cuartel general de los Servicios de Investigación del Estado Egipcio (SSI) el mes pasado y encontraron esta información, emitida el martes 29 de junio del 2010.
El activista que encontró los papeles, Mostafa Hussein, los escaneó y colgó en su blog. El documento llamado Finfisher Proposal es una oferta comercial de venta de FinSpy, un programa para localizar ordenadores y cuentas para hackearlos. Según los datos encontrados, esta adquisición valorada en casi 300,000€ permitiría a las fuerzas de seguridad egipcias acceder a la información de los rebeldes. Sus cuentas de Hotmail, Gmail, Yahoo e, incluso Skype, estarían en grave peligro debido a este programa, que podría romper todas las barreras, accediendo así a contenido privado y, probablemente, vital para sus dueños.
FinFisher, propiedad de la compañía Gamma International UK Ltd., permitiría, según dicen en su página, la monitorización y el acceso a equipos remotos, con la posibilidad de controlarlos y obtener información cifrada y comunicaciones. Nos encontramos, por tanto, con que en un país europeo, en el Reino Unido, hay una empresa (pero no la única) especializada en programas útiles para el espionaje, producto que es vendido a países con regímenes políticos dictatoriales. La pregunta que quiero lanzar es la siguiente: ¿Estamos descubriendo, gracias a las redes sociales, la auténtica telaraña en la que está envuelto el mundo? En mi opinión, sí. La velocidad extrema con la que transcurren estos acontecimientos hace que incluso resulte difícil de asumir que la realidad sea ésta, y no la que creíamos vivir.
Hace un tiempo vi una película, Eyeborg (2009, Crimson Wolf Productions), que podríamos relacionar con esto. [Mini-spoiler Alert] En ella se planteaba que los Gobiernos espiaban a todos sus conciudadanos y la información se manipulaba hasta unos niveles extremos, emitiendo sólo aquello previamente autorizado y censurado. Si existen empresas que venden este software a gobiernos, se abren dos cuestiones: ¿Es legítimo la venta y adquisición de software de espionaje si éste está dirigido hacia los ciudadanos? Y, ¿Somos los ciudadanos plenamente conscientes de en qué medida son transparentes o no los gobiernos? Sospecho que aún nos queda mucho por descubrir.
Imágenes de Ikhwanweb y de issworldtraining.com