Mario ya ha jugado a casi cualquier deporte o afición que se nos ocurra. A Nintendo, que nunca se cansa de exprimir a su símbolo, se le ocurrió hacer un juego protagonizado por el fontanero y compañía en el cual hubieran varios deportes en el mismo disco.
Le encargó el trabajo a Square Enix -sí, los los Final Fantasy y Dragon Quest – con los que había trabajado para desarrollar el Mario Slam Basketball para DS. El resultado es este título en el que podremos jugar a baloncesto, voleyball, hockey y…balón prisionero. Analicemos tan curiosa mezcla.
Hay que hacer varias consideraciones iniciales. La primera, que es un título absolutamente pensado para ser disfrutado en compañía. Tanto los partidos normales como los torneos (Copa Champiñón, Flor y Estrella) pueden ser jugados con amigos, en partidas 2vs2 o 3vs3. Y por supuesto, incluye multijugador online.
La segunda es que sigue las premisas de los arcades deportivos de Mario y cia. Es decir, personajes carismáticos, uso de objetos (destacando las monedas, que nos darán puntos adicionales), habilidades especiales…y 12 pistas por deporte, realmente originales y que condicionan mucho cada partida.
La tercera y última es que no se han vuelto locos para elegir los 4 deportes. Como ya hemos dicho, Square ya hizo un título de basket para la DS. Voleyball y hockey eran minijuegos especiales que podíamos jugar en los Mario Party de Gamecube. La única novedad, por tanto, es el balón prisionero.
El baloncesto es el juego que más se ha profundizado, dentro de lo que cabe. Podremos hacer mates y bandejas, canastas y triples, alley-hoops, tapones…empleando solo un par de botones. Los partidos suelen ser de ida y vuelta ante la facilidad de robar el balón
El voleyball no es tan dinámico, y algunos puntos se pueden hacer largos. Es por ello el deporte en que más influyen los elementos arcades: la pista, los objetos y las golpes especiales de cada jugador, que nos permitirán alcanzar un balón imposible y devolverlo con un espectacular mate.
El hockey es más físico, pero más sencillo en el control (solo se usa el A, aparte de agitar el mando). Sorprende por lo divertido y simpático que quedan las peleas que tenemos a golpe de bate con nuestros rivales cuando tenemos un choque frontal, al estilo de las luchas que vemos en los partidos de la NHL.
El balón prisionero es disciplina casi inédita en el mundo de los videojuegos: este servidor solo recuerda el Dodgeball para GBAdvance, aparte de algún aborto de juego para Wii. Era quizás el juego que más ganas teníamos de probar y la verdad es que no defrauda.
En esta ocasión,ha sido bien planteado. A diferencia del que jugábamos en el colegio, para eliminar a un jugador y mandarle a la zona de prisioneros hará falta que reciba más de un impacto, salvo que este sea muy fuerte. Y es que cada personaje tiene un especie de “barra de vida”. Al volver a la vida tras golpear a alguien estando a la zona de prisioneros, volvermos con solo un poco de esa “vida”.
Los gráficos y música son correctos, siendo generosos, ya que podría pasar perfectamente por un título de hace 5 años. Sin embargo, los controles son sencillísimos, y no tardaremos ni 10 segundos en aprender a jugar. Lógicamente, tampoco se pueden perfeccionar mucho más por su simpleza.
La mano de Square-Enix se nota a lo largo que avanzamos en la partida. Desbloquearemos personajes secretos y pistas del mundo Final Fantasy: moguris, cactilos, magos, el Barco Volador…así como la lucha con el enemigo final que hará sonreír a los fieles de los JRPG.
Uno de los mayores peros que se le pueden poner es un dificultad ridículamente sencilla. Los primeros partidos de basket los ganaremos por 60 puntos, sin ir más lejos. Solo pueden ofrecernos problemas la Copa Estrella, en modo Difícil; y el modo de dificultad Brutal que obtendremos tras unas cuantas horas de juego.
Sin embargo, pese a su corta dificultad, el juego tiene una duración más que aceptable. Si queremos conseguir todos los personajes y pistas secretas deberemos jugar más de 10 horas. El juego está pensado para que pasemos ese tiempo en multijugador, así que no se hace nada pesado.
El otro punto flaco es que da la impresión es que se queda a medio camino. No tiene la diversidad de los compendios de minijuegos – como el Wii Party o el Mario y Sonic en los JJOO de Invierno – ni la profundidad de títulos centrados en un solo juego , como los Mario Tennis o Mario Golf de GameCube.
Conclusiones
El balance final es que es un juego que da exactamente lo que se le pide: diversión arcade multijugador muy sencilla adaptada al mundo Mario. Eso sí, se queda atrás de otros arcades para Wii como NBA Jam, Mario Strikers Charged o Wii Sports Resort. Pero bueno, la cara que se queda al comentar a alguien de que Mario ahora juega hasta al balón prisionero puede merecer la pena.