Lo de renovarse o morir es una premisa conocida por todos. EEUU como gran potencia mundial que es, tiene que hacer lo propio. Y parece que ahora se está lanzando al desarrollo de sensores que imitan formas biológicas.
Han financiado con 6,3 millones de dólares a una empresa que está investigando las propiedades de las alas de las mariposas para la realización de potentes sensores. Por lo que parece, estos insectos disponen de unas alas con unas propiedades químicas capaces de detectar múltiples amenazas.
Parece que la utilización de este nuevo invento será generalizada. Desde la selección de alimentos hasta la búsqueda de enfermedades en el aliento de los pacientes. Por lo visto parece que en un futuro no tendremos que soplar para que controlen nuestro nivel de alcoholemia, simplemente tendremos que abrir la boca.
Vía Gizmologia