Hace apenas una semana salió a la venta el nuevo periférico de la PS3, Move, con el fin de combatir al esperado Kinect de Microsoft y ganar un poco de mercado arrebatado por Nintendo y su Wii. Hemos estado probando el nuevo mando durante todos estos días y aquí os comentamos qué es realmente y porqué no es un WiiMote avanzado.
A priori cabe destacar que tiene un muy buen control y que gracias a la PS3 estaríamos contando con unos gráficos de alta definición (algo que se agradece). Varios años detrás de la gran N han permitido que este periférico sea bastante superior a la idea inicial de la compañía nipona y tecnológicamente bastante diferente.
Para empezar hay que hacer hincapié en la bola superior del mando, que se ilumina de colores para permitir a la cámara rastrearte, siendo ésta toda la magia del mando y la que la convierte en un aparato bastante distinto a Wii. Aunque éste también tiene acelerometros y sistemas de medición de posición, la mayoría de juegos no se benefician de ésto (o al menos no abusan) y simplemente rastrea donde está el usuario (incluyendo un eje Z por la proximidad de la bola). ¿En qué se convierte esto? Simplemente no puedes jugar a tenis con golpes de muñeca (una vieja costumbre que heredé de la Wii) sino que has de hacer todo el movimiento, por ejemplo, o controlar una espada de manera casi 1:1. En general es un paso muy grande respecto a la Wii en cuanto a la detección del usuario y el control, pero tiene varios «peros».
No es todo tan bueno como suena, o al menos eso parece en las demos iniciales. El control no es 1:1 del todo y a veces se vuelve un poco «loco» (cierto es que solo me ha ocurrido en las demos y en cambio en los juegos completos no ha tenido esos errores, por ahora). También hay que contar que toca calibrarlo en cada juego, de maneras distintas, cada vez que juegas. Eso sí los vídeos explicativos son muy claros.
Por otra parte una gran pega, en mi caso, es utilizar este tipo de productos con un proyector (y tengo cierto miedo a Kinect, porque si este ya tenía errores por ello no quiero imaginarme el invento de Microsoft). El problema es que para poder disfrutar de un buen juego has de tener las luces completamente apagadas (para que la imagen del proyector sea nítida) y por tanto los juegos que además de detectar las bolas del mando (cosa que sigue haciendo bien) detecta movimientos del cuerpo, a lo eyetoy, es simplemente imposible.
Otro punto que cabe destacar es el precio y los jugadores. Nos mosqueamos cuando salió la noticia de que Kinect cuesta 150 euros, pero el Move no se va mucho más lejos. La cámara y un sólo mando sale por casi 60 euros, luego cada mando por su parte son cerca de 40 euros y los controladores auxiliares unos 20. Si tenemos en cuenta de que no hay un «modo predefinido» el precio se dispara. Con esto me refiero a que no todos los juegos se basan en que cada usuario tenga un mando y un controlador auxiliar, sino que por ejemplo en algunos juegos cada jugador tendría que tener dos mandos (vease la imagen)… Y si hacemos todas las combinaciones el precio casi duplica a kinect (eso sí para 4 jugadores, que hay que recordar que Kinect solo puede detectar hasta 2 a la vez).
Un punto bastante interesante y que más me ha gustado es el enfoque que está dando Sony a este nuevo controlador, ya que uno de nuestros mayores temores eran tener todo juegos casual y no poder disfrutar de la nueva tecnología que ésto traía. Por esto ya se han anunciado juegos como El señor de los Anillos o Resident Evil que contarían con este nuevo control, y muchos más juegos para jugones. Habrá que ver si Kinect se aplica el cuento.
En definitiva Move es la mejora que le faltaba a Sony en su consola, y si es llevada correctamente por las compañías creadoras de videojuegos será un must-have en nuestras casas. Aunque a día de hoy, personalmente, no hay grandes juegos que inciten para hacerte con todo el set. Tocará esperar para ver las novedades y el catálogo de navidad.
Si quieres saber algún detalle de este nuevo mando o que te contemos algo más especifico solo háznoslo saber.