Es frecuente identificar a una generación con un hito cultural que marcó su infancia o su juventud. Así, se habla de la generación que vio caer el Muro de Berlín o, en España, de la de Verano Azul. Esto se ha extendido al mundo de los videojuegos, y, al igual que hay una generación Pac-Man, en el futuro se considerará a los nacidos entre 1988 y 1993, más o menos, como Generación Pokemon
Los primeros Pokemon, Rojo y Azul, no son seguramente los mejores juegos que hayamos probado. Es posible que tampoco los primeros. Pero sí que fueron los que comenzaron a ser realmente populares, los que teníamos casi todos en la clase y los que podían ser algo más que un buen tema de conversación. Pues bien, la quinta generación, Pokemon Black and White ha salido esta semana en Japón. Y las ventas vuelven a ser espectaculares. ¿Porqué?
Muchas veces dejamos de jugar a juegos que antes nos encantaban con la excusa de que “son para niños”. Desde luego, en el caso de Pokemon, la estética infantil ayudaba. Además, el paso de la saga a la Game Boy Advance (la tercera generación, Rubí y Zafiro) coincidió con los albures de nuestra adolescencia, época marcada por el rechazo a la niñez. Pero sería tremendamente injusto catalogar así a Pokemon
Pokemon es un RPG por turnos. Juego de rol, por tanto. Muy pocos juegos de rol son capaces de tener enganchados más de 50 horas a sus jugadores sin que el entusiasmo decaiga, como consiguieron Pokemon Rojo, Azul y Amarillo. La capacidad de buscar retos que nos planteaba la franquicia tras pasar el juego – vencer al Alto Mando y a tu rival – con el “hazte con todos” es francamente potente. Y a eso se le unía el poder luchar contra nuestros amigos gracias al mítico cable Link
Las siguientes entregas de la saga no han hecho sino hacer crecer exponencialmente la complejidad del universo Pokemon, hasta niveles casi ridículos. Hay 493 Pokemon (649 tras Black & White) y un número absurdo de ataques, más la aparición de los movimientos huevo y las técnicas heredadas. Pero lo más increíble es que ha seguido manteniendo esa componente genial que permite a un novato disfrutar de sus primeras horas en un juego de la saga.
Aparte de los juegos principales, los spin-offs han sido populares. Puede que los actuales Pokemon Rangers no sean precisamente obras maestras, pero el Puzzle League o el Pokemon Stadium de la N64 eran juegos notables. Y, desde la modesta opinión de este redactor, uno de los juegos más adictivos jamás creados fue el segundo Pokemon Pinball, el de la Game Boy Advance.
La trascendencia de Pokemon está además muy por encima del propio videojuego. El merchandising hace furor, el anime sigue siendo uno de los más vistos en Japón, y mismamente, a cualquier persona de menos de 50 años le suena la palabra Pikachu. En cualquier caso, Pokemon es una de las mayores gallinas de oro de Nintendo.
Pokemon Black and White, que saldrá para la DS, aportará novedades pero mantendrá el estilo de toda la vida. Aparte de una buena actualización gráfica en el mapa y en los combates, por primera vez los pueblos y ciudades estarán en 3D. Aún más: por primera vez en la saga, tendrán vida propia, sin ciudados que repitan patrones y conversaciones. Aparte de 156 nuevos Pokemon y más ataques todavía. Eso sí, como en los viejos tiempos, al principio elegiremos entre uno de planta, fuego o agua.
Es muy posible que la gran mayoría de los que disfrutamos la primera generación de Pokemon no le echemos siquiera un ojo a esta nueva entrega de la franquicia. Pero sí que debemos reconocerla, por ser la que nos introdujo o nos consolidó en este maravilloso mundo de los videojuegos. Por si acaso os entra nostalgia, Pokemon Black and White saldrá en España la próxima primavera.
Yo tenía Pokemon Azul y después Oro ¡Qué viciadas tremendistas o existenciales!
Me parece bien el comentario.
Estoy de acuerdo, los Pokemones, que aún siguen vivos y coleando (los que tienen cola que son varios) han marcado una época.