El paso de una de las mayores franquicias de Capcom a una consola Nintendo, en este caso la Wii, era temido por los millones de fans de la saga Monster Hunter. Se esperaba un paso atrás, personajes cartoonizados o cambio de estilo. Ha sucedido todo lo contrario: conservando el espíritu y mejorándolo, ha nacido un juego espectacular, una obra maestra.
Cabe resaltar como introducción a este artículo que la revista más prestigiosa de videojuegos, Famitsu-Famicom, le ha proporcionado su nota máxima, 40/40. El hecho es aún más relevante si pensamos que es el decimocuarto en 25 años. Y de los 14, encontramos otros tres para Wii, el Smash Bros Brawl, el New Super Mario Bros y el 100% japonés 428: Fūsa Sareta Shibuya de. Para que luego digan que la Wii no tiene buenos juegos.
¿Porqué el tercer título de una saga es una obra maestra que supera a los anteriores, aún siendo éstos grandes juegos? Primero, porque sus atributos básicos, gráficos, sonido, jugabilidad, duración y diversión rozan la perfección. Y segundo, por sus añadidos, en este caso la lucha submarina, y sobre todo, un impresionante modo online.
Empecemos con lo primero que entra por los ojos, los gráficos. Son sin duda, y de largo, los mejores del catálogo de Wii. De hecho, tras el vídeo inicial, tremendo, y cuando empecemos a dar nuestros primeros pasos en una tele HD, nos pondrían decir que es un juego regular de PS3.
Texturas y diseños son espectaculares, aunque si hay que destacar algo en concreto es la iluminación, magnífica. Los pasos de día y noche, los personajes, las sombras y los movimientos de los monstruos son fluidos pero también estéticos. La música derrocha algún tinte épico en las grandes batallas, y en el resto sencillamente nos anima, eso sí, también con grandes notas.
El estilo de juego sigue a pies juntillas el de la saga Monster Hunter. Somos un cazador que debe realizar básicamente tres tipos de misiones: matar un peligroso monstruo, capturarlo o recoger algún objeto concreto en el entorno donde viven los bichos. El secreto radica en la mezcla del puro hack ‘n slash al acabar con los monstruos con toques de RPG en la gestión de objetos, armaduras e incluso el propio pueblo en que vivimos.
El juego es sumamente entretenido, y el control se adapta a la perfección. Tras un tutorial magistralmente diseñado que gustará tanto a veteranos como a noveles, empezaremos a realizar misiones fuera de nuestra ubicación original. Cada uno de los otros escenarios, enormes también, estará perfectamente caracterizado: un desierto, una jungla, un volcán, una tundra, ruinas submarinas…
El juego puede ser degustado tanto con el Wiimote+Nunchuck como con el Mando Clásico. Es preferible este último, pues aparte de ser más manejable, permite tanto las configuraciones de botones del juego para PSP que para los de PS2. Encima, el juego está a la venta con una edición coleccionista que, por 10 euros más, incluye este mando.
Pero lo que encumbra a los cielos, aparte de todo lo anterior, es el modo online, el primero en un título de esta saga. La realización de misiones con gente de todo el mundo, o la lucha en Arenas dedicadas a ello, está a la altura de los mejores MMORPG. Es adictivo, la conexión no sufre retardos y encima en Europa es gratuito. De 10.
Aparte del online, el otro añadido de Monster Hunter Tri son las misiones de caza submarina. No resulta nada lioso desenvolvernos en el líquido elemento, con un botón para ascender y otro para descender; que unidos a la palanca de control nos hacen ir, literalmente, como pez en el agua. La presencia de monstruos anfibios, que nos obligan a doblar la atención, y el genial diseño de las propias aguas ponen la guinda.
Algo que notarán también los veteranos de la franquicia es que los monstruos son aún más inteligentes. Capcom prometió adaptar a las criaturas del juego a las reacciones de animales reales. Y ahora nuestros queridos dinosaurios nos atacarán por la espalda, nos rodearán, protegerán a las crías, huirán si están débiles o entrarán en fase Terminator cuando estén al borde de la muerte. Cada una de las numerosas especies del juego tendrá su personalidad propia
Para superar esto, contaremos con 7 tipos de armas, cada una de ellas con una forma propia de ser manejada, aparte de una gran cantidad de armaduras y talismanes. Además, al avanzar un poco en el juego, un pequeño guerrero Shakalala nos ayudará en el modo offline atacando al enemigo o curándonos gracias a sus danzas y máscaras.
Si hay que ponerle algún pequeño pero a este magnífico juego son los tiempos que carga. Esperar un par de segundos cada vez que nos movemos a una zona nueva no es frustrante pero sí que molesta un poco, todo hay que decirlo. Y la música, como ya hemos dicho, es buena, pero no llega al nível matrícula de honor de los gráficos.
Como conclusión, podemos decir que nos encontramos ante una obra maestra. Encima, sale a la venta en España en tres versiones: la normal; la que añade el mando Clásico y una versión coleccionista que quitará el sueño a los fans. No solo no tiene ningún punto débil, sino que es sobresaliente en todos los aspectos. Si los gráficos son para quitar el hipo, es tremendamente entretenido y a la larga duración del modo offline le añadimos un online bestial, solo queda una cosa: quitarse el sombrero.