Nadie sabe si realmente es una historia real o si en realidad se trata de un medio promocional por parte de nuestros amigos de Nintendo y dado el poco interés que surtió tras el lanzamiento de WiiFit
La afortunada para muchos Amanda Flores, una hostelera de Manchester (Reino Unido), necesita diez sesiones de sexo al día desde que un día, haciendo ejercicio con la Wii Fit, tropezó y cayó al suelo. Ahora se declara adicta al sexo. Se lo que estáis pensado pero esta necesidad se trata de de la enfermedad conocida como Síndrome de Excitación Sexual Persistente que afecta al sistema nervioso. Por ello tienes una gran susceptibilidad al ánimo nervioso.