Desde hace unos meses tenía penidente una entrada acerca de este tema. Desde el principio los eBooks me han llamado mucho la atención, sigo siendo defensor del libro impreso pero creo que los libros electrónicos son un complemento perfecto. Soy estudiante y diariamente útilizo una gran cantidad de información en formato impreso que al cabo de las semanas o los meses termina por perder todo su valor.
Es para este tipo de «literatura caduca» dónde la figura del lector electrónico cobra fuerza, incluso para los periódicos y por qué no, para los lectores más activos, que leen gran cantidad de libros al mes y no tienen la necesidad de coleccionar el tomo en su casa sino que únicamente disfrutan con la lectura sin importarles el soporte.
¿Pero qué ocurre cuando este mercado emergente está olvidado por la industria editorial de un país? Este es el problema que voy a tratar más adelante con las pistas que nos han dejado en el blog mimesacojea.
La historia que os voy a relatar transcurrió a través del twitter de @mimesacojea, allí el blog tuvo la ocurrencia de increpar a las editoriales la postura anteriormente expuesta.
La conversación comienza:
Albert Cuesta le responde advirtiéndole de su experiencia acerca del tema:
Y finalmente uno del gremio responde y enciende la mecha:
El artículo original fue publicado el 4 de Enero, pero en estos 2 meses yo no he visto ninguna noticia acerca del lanzamiento de tiendas de libros digitales. Por tanto podemos considerar que el problema sigue ahí, así que los grandes almacenes están vendiendo unos aparatos condenados a robar (o leer libros con licencia CC en su defecto).
Os invito a leer el resto de la noticia en su blog original, no tiene desperdicio.
Los ebook hoy en día parecen una novedad y están en pugna con los libros físicos pero los ebook nunca van a poder reemplazarlos, los adictos a la lectura siempre van a preferir los libros físicos a pesar de la comodidad y capacidad de los ebooks.
No estoy tan seguro de eso… Será cuestión de tiempo ver quien se hace con «el trono».